EL DERECHO EDUCATIVO DEBE RECONSTRUIR EL PENSAMIENTO INDÍGENA
De lo incorporado hasta ahora por la Antropología Jurídica
Educativa, se desprende que los filósofos europeos probablemente nunca
conocieron el pensamiento profundo de la educación de los pueblos originales de
América.
Como
surge de la investigación educativa, la filosofía europea invadió nuestro
continente y arrasó el pensamiento filosófico del paradigma indígena, que hoy
en día comienza a resucitar con mucha fuerza.
Los
filósofos positivistas, creían ciegamente en la ciencia y los racionalistas
rendían culto a la razón.
El pensamiento
de los positivistas sostenía que el hecho objetivo consistía en copiar la
realidad exterior sin cambios, ni alteraciones, de tal manera que la imagen
interior del hombre debía coincidir exactamente con la representación exterior.
Este
pensamiento provenía de los filósofos griegos, sobre los cuales los
positivistas construyeron la ciencia que domino las creencias de los últimos
siglos.
Esas
creencias positivistas en la actualidad ya no son sostenibles en las ciencias
sociales, naturales y matemáticas.
El
racionalismo sostenía que los conocimientos verdaderos y validos no proceden de
los sentidos sino de la razón. Creían que el conocimiento de la realidad podía
ser construido deductivamente a partir de ideas y principios independientes de
la experimentación.
El
positivismo y el racionalismo hoy fueron superados por los nuevos conocimientos
de las ciencias contemporáneas.
Como
consecuencia de la imposición de esta clase de pensamientos surgió que el
hombre trabaja solo en función de su propio objetivo, sin importarle el resto
de la sociedad.
Es
decir que los principios de los pensamientos del positivismo y el racionalismo
importado e impuestos en América, sirvieron al sistema capitalista, cuyo
objetivo final es la acumulación de capital en desmedro de la sociedad.
La
única meta de esta creencia es ganar dinero y todo lo demás debe estar al
servicio de ese objetivo, dejando de a lado y no importándole la educación, la
salud, y todos los servicios sociales inherentes a la comunidad humana.
El
Derecho Educativo tiene la misión de lograr una salida a la situación actual,
cambiando esas creencias en la escuela y los sistemas legales.
Para
transformar la filosofía imperante en los sistemas, legales, educacionales, económicos,
políticos y sociales, se necesitan de nuevos paradigmas que puedan transformar
la lógica existente, las creencias, los valores, la consciencia y la forma de
pensar.
La gran
herramienta que se necesita es recrear el sistema comunitario indígena,
portador de una lógica diferente, que resiste a la cultura del mercado y la
acumulación irracional de capitales en manos de un reducido grupo de individuos
amparados por las leyes.
Es por
eso que sostenemos sin lugar a dudas, que la educación es el único medio para
descubrir en las aulas un nuevo proyecto de vida comunitario y una convivencia
armónica y equilibrada para la sociedad.
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