LA COSMOVISION AMERICANA DE LOS PUEBLOS INDIGENAS
Los americanos somos herederos de una gran cultura y tenemos
la obligación de enseñar esa cultura que nos dejaron los pueblos originarios.
América
tiene un papel muy importante para el futuro, si cambia su sistema de
creencias, de origen europeo que fuera impuesto por los conquistadores, que dejaron de lado toda la educación y el
pensamiento de los indígenas.
El
pensamiento indígena se ha mantenido intacto por la acción y resistencia de los
abnegados pueblos originales, que supieron conservar su forma de ver las cosas,
que es muy diferente a las creencias europeas que originaron la forma de vida
actual.
Es
decir que de la mano del derecho y la educación nos han inculcado una forma de
pensar europeizada totalmente diferente al pensamiento y el obrar del indígena.
Los
maestros indígenas enseñaban a aprender a ser tú mismo “Noccan kani”
(significaba “Yo Soy”). El europeo al respecto indicaba que no podía entender
la forma de actuar del aborigen y lo trataba de ignorante, ya que él tenía una
interpretación del mundo como realidad exterior, entendía que la solución de
los problemas se hallaba de la piel hacia fuera.
Para el
pensamiento inculcado por los colonizadores el mundo se realizaba en base al
quehacer, que se reflejaba en el trabajo cotidiano para alcanzar comodidades y
fundamentar la existencia a través del “tener” y “acumular”, satisfaciendo así
la inseguridad interior por medio de objetos.
En eso consistió
hasta hoy la creencia traída desde Europa para América, entendiendo que: “Ser
alguien” para la moral burguesa, era tener, retener o acumular, dando lugar al
desarrollo material y técnico que llega a nuestros días.
El
indígena miraba esto como una creencia materialista del cuerpo físico. Que el hombre
europeo se olvidaba o no sabía que dentro de ese cuerpo esta Inti (Dios). Que
el cuerpo físico muere y se descompone, en cambio el YO SOY es inmortal.
Entendían
que la espiritualidad es ciencia no es religiosidad y que todo poder nace de
adentro: del YO SOY esa presencia de vida, indicaban que enseñaran esto a sus
hermanos, lo ayudaran a descubrir esa luz que le brindaría quietud y paz.
Decían
que si permites que eso que eres crezca dentro de tu cuerpo cada día más y más,
verán que se hace visible a los ojos de lo demás, como un aura radiante en
torno suyo. Noccan Kani (YO SOY) es lo único que existe. Es el centro desde
donde puedes ser justo, equilibrado y armónico.
Enseñaban
que había que ubicarse siempre en el centro, lo extremos hacen daño y pueden
llevarte al fanatismo. Consideraban que el político debiera conocer y practicar
fundamentalmente esta realidad, que tiene la fuerza necesaria para imponerse a
cualquier escrúpulo sectario, temor o reserva de grupos humanos diferentes; no
a la derecha ni a la izquierda, en el centro está la verdad. Empléate en todos
los actos y enséñale a usarla.
Entendían
que en la medida que el hombre realizara practicas reflexivas, sus falsas
creencias irían desapareciendo para que su Ser Real vaya aflorando a la conciencia
sin limitaciones.
Esto le
permitiría aprender también a no criticar, no juzgar, no condenar, y se
abstendrán para que a nadie hiera su palabra o sentimiento.
Esa
sabiduría es producto de las enseñanzas de sus maestros, por medio de la
tradición oral y la confirmación de ello en inscripciones, esculturas y
escrituras antiquísimas halladas en diferentes puntos de América.
Los
pueblos originarios son depositarios de un conocimiento que el hombre de hoy
necesita con urgencia para su evolución, para no seguir haciendo de su vida un
desastre o una depredación mayor a la tierra.
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