PRINCIPIOS DEL DERECHO EDUCATIVO EN EL UNIVERSO INDÍGENA
Los indígenas dicen que el modo de pensar aprendidos en la
niñez, son los que definen nuestro modo de pensar en la vida adulta.
Vale
decir lo aprendido en la niñez, con los padres y en la escuela, define el
futuro.
Es decir los pueblos originarios le daban una extraordinaria importancia a la educación de sus hijos.
El mundo contemporáneo ha descubierto una filosofía de los pueblos originarios de América, que abarca sus prácticas habituales, sus normas, su educación, valores y creencias.
La
experiencia vivencial del hombre indígena; base de su educación y conocimiento;
más que racionalista, tiene que ver con
sus sentimientos y emociones ligado estrechamente a la naturaleza.
Para
los pueblos originarios, el mundo se concibe como una totalidad viva, nada está
separado del todo.
Las
cosas tienen vida, todo es sagrado en el mundo indígena. La Pacha Mama, o la
señora del tiempo y del espacio, los Apus, Humanis, cerros y montañas, el sol,
las estrellas, las piedras, el agua, los animales y plantas tienen vida
material y espiritual.
Todo está
conectado, interrelacionado y dependiente uno de otro para existir.
La vida
y la muerte son realidades complementarias y no antagónicas.
El
futuro no es algo que está por venir ni el pasado algo que fue.
El
término del año es el inicio de una nueva vida y no la suma de años acumulados.
El
universo indígena es una red viva por la que circula en todo momento la
energía, todo está interconectado con el todo. Este universo se rige por un
número ilimitado de principios que incluyen el cosmos, el mundo, la naturaleza
y el hombre.
Podemos
entonces descubrir una serie de principios fundamentales de los cuales se
desprenden muchos otros.
Algunos
principios son:
-EL
PRINCIPIO DE LA PARIDAD DE LAS COSAS.
-EL
PRINCIPIO DE LA OPOSICIÓN COMPLEMENTARIA.
-EL
PRINCIPIO COSMOLOGICO.
-EL
PRINCIPIO DE LA VIDA COMUNITARIA.
El
pensamiento dominante, iniciado por los filósofos griegos y desarrollado por
los europeos, que lo trajeron e impusieron en la educación y la cultura de
América, ha entrado en una profunda crisis de identidad.
Se ha
negado en forma sistemática la existencia de una filosofía indígena, peyorativamente, relegándola a la categoría
de cosmovisión o pensamiento místico.
El
modelo mental del hombre actual se ha centrado en la palabra, mientras que el
hombre indígena pensaba en símbolos, actos concretos y ritos.
El
mundo y las cosas tienen vida y es por eso que la naturaleza es capaz de
reaccionar; se comprueba ahora; como una fiera cuando se siente agredida.
El
hombre indígena vive el presente en una realidad de continuo movimiento cíclico
de la naturaleza, cultura y educación.
Hoy
nuestra educación y nuestro derecho deben ajustarse a estos principios, transformando
sus leyes y su enseñanza, es decir el Derecho Educativo.
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