ENTRE LA LEY Y LA COSTUMBRE
Se
ha denominado Antropología Jurídica a la disciplina que estudia las relaciones
entre el derecho, la costumbre y la estructura social, mediante comparación de
las normas que organizan cada uno de estos campos, con el propósito de
establecer las reglas o principios que rigen sus mutuas interrelaciones y
permiten comprenderlas.
La Antropología Jurídica así entendida ha sido utilizada
con múltiples propósitos tanto analíticos como prácticos. Pueden destacarse los
usos para el estudio de sistemas jurídicos de sociedades no occidentales o de
colonias, procedimientos de medición de eficacia de las normas, y preparación
de nuevas legislaciones.
Desde la perspectiva de la ciencia jurídica la Antropología
Jurídica Educativa puede ser vista como una disciplina o ciencia auxiliar,
especialmente vinculada a la teoría del derecho en general, a los estudios de
derecho comparado e historia del derecho y a algunas especialidades como el
derecho de familia y el Derecho Educativo.
El evolucionismo, otra de las orientaciones primordiales de
la antropología del último siglo, reúne igualmente los estudios sobre cultura y
sociedad con los de historia del derecho, en la medida que los dos se ocupan de
establecer las tendencias según las cuales se han establecido y transformado
las normas de la vida social.
El estudio comparado de normas y sistemas jurídicos está en
el inicio de la antropología moderna y ha marcado notablemente su desarrollo.
En el siglo pasado esta actividad fue muy importante frente
a las necesidades de desarrollar soluciones para la administración colonial,
que tomaran en cuenta las prácticas propias de los pueblos y las adecuaran a
las nuevas condiciones de su relación con las metrópolis.
Esta especialidad de la antropología social, como otras que
se desarrollan en el mismo período, resulta de la aplicación de la metodología
y la teoría de la antropología y especialmente de sus técnicas de investigación
más desarrolladas - el trabajo sobre el terreno, el estudio de casos y la
comparación - a procesos e instituciones sociales (en tanto objetos de
conocimiento científico) propios de las ciencias jurídicas o del derecho:
formas de gobierno, maneras de solucionar las controversias al interior de las
comunidades, normas sobre relaciones de familia, organización escolar etc.
Algunos trabajos dentro de esta perspectiva se interesan
por describir los sistemas jurídicos no formales (indígenas o tradicionales) y
por contrastarlos con las normas formales (nacionales o legisladas), dando
origen a abundante literatura sobre lo que se denomina genéricamente derecho
consuetudinario o costumbre jurídica.
Una opción más reciente, actualmente en desarrollo, intenta
definir a la Antropología Jurídica Educativa como un quehacer
transdisciplinario, esto es como una estrategia analítica que combina los
aportes de las ciencias educativas, jurídicas y antropológicas, sin
subordinarlas, para el tratamiento de fenómenos definidos en la intersección
entre la ley y la práctica escolar, que tendría por objeto develar la dinámica
de sus relaciones y los efectos de éstas sobre el comportamiento social y sobre
la transformación de las normas y/o de sus usos y sentidos.
En años recientes esta tendencia se está utilizando para
estudiar algunos problemas que se plantean en la relación entre comunidades
sociales específicas (indígenas, marginales urbanas, grupos de edad o de género)
que desarrollan formas propias de autorregulación (de solución de controversias
o convivencia, por ejemplo) y el orden escolar y jurídico de los sistemas
educativos en que viven.
En la práctica estas relaciones implican un uso combinado
de la ley y las costumbres locales, del acceso a los sistemas educativos y a
las formas tradicionales de conciliación, de aplicación de normas escolares
reglamentarias de carácter generalmente obligatorio y de concertación de
soluciones situacionales.
Este tipo de problemática está relacionada actualmente con
las posibilidades de asegurar acceso a la educación para sectores
tradicionalmente marginados y desprotegidos y con las transformaciones
aceleradas que experimenta el orden global, las cuales demandan el desarrollo
de una nueva normatividad más adecuada para la pluralidad social y educativa.
El florecimiento del campo de la antropología jurídica en
América Latina ocurre a partir de la segunda mitad de la década de 1980,
coincidiendo con movimientos de revitalización de las identidades étnicas y
emergencia de organizaciones indígenas, así como con procesos de reforma
constitucional y legal ligados a la recuperación de la democracia y la puesta
en marcha de los primeros programas de reforma del Estado.
Buena parte de estos esfuerzos provienen inicialmente de
equipos multidisciplinarios que se ocupan de problemas relacionados con los
movimientos sociales emergentes, desde una perspectiva de promoción y defensa
de los derechos humanos.
La formalización de esta corriente de investigación como
una práctica académica ocurre a lo largo de la última década del siglo XX,
hasta dar lugar a la existencia de una extensa red informal de abogados, antropólogos y educadores, algunos de los cuales trabajan muy de cerca a los movimientos indígenas,
que están generando una manera innovadora de estudiar temas como el de las
relaciones mutuas entre la normatividad formal y los procesos comunitarios de
control social, las dinámicas sociales y la reformas educativas, los movimientos por un nuevo orden jurídico y las
políticas educacionales frente a ellos.
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