UNA INVESTIGACIÓN QUE PUEDE CAMBIAR EL DERECHO Y LA EDUCACIÓN


En occidente el pensamiento ha sido formado en un sistema de creencias dualista antagónico o ley de los contrarios, que han dominado hasta ahora nuestras vidas.
               
La educación nos forma en estas ideas duales antagónicas. Nos inculca los conceptos de buenos y malos, vida o muerte, izquierda y derecha, civilización y barbarie, blanco y negro, etc.
                
Todo es blanco y negro, no hay colores intermedios.
                
El mundo actual de creencia egocentrista, gira alrededor del individuo y es por ello que el mundo jurídico protege el derecho individual.
                
La conciencia egocéntrica gira alrededor de la individualidad, que todo lo somete a la dualidad.
                
En el mundo indígena el conocimiento es holístico. Las ideas están todas unificadas. El conocimiento del mundo no separa la tierra, el tiempo, el espacio, el espíritu, la ley natural,  el lenguaje, etc. Todo está unido en un círculo.
                
Los signos y las señales sobrenaturales para los pueblos originales, están en estrecha relación con las cosas naturales, la educación, la cultura, la comunidad y las particularidades del hombre indígena.
                
En cambio en la educación actual se tiende  a separar los componentes y estudiar un solo elemente en su tiempo, perdiendo la profundidad del conocimiento del todo en  su conjunto.
               
El conocimiento y la educación de los pueblos originarios son comunitarios, no es una colección individual o guardada para el uso personal, o de la propiedad de especialistas para usarlo como un medio de poder particular.
                
El conocimiento es un producto colectivo, para innovar la educación y desarrollar al hombre y la comunidad a su máxima expresión.
                
En el modelo de educación de los pueblos originarios, el conocimiento no es propiedad privada, ni tampoco es sinónimo de poder, ni para la ganancia personal de alguien. Es un valor de la comunidad.
                
La filosofía de los pueblos indígenas sostiene que en esencia los hombres somos un conjunto de ideas, creencias e instituciones que nos permite concebir un orden en los comportamientos individuales y las relaciones colectivas.
                
El pensamiento integrado (Holístico),  entiende la historia, los acontecimientos y las relaciones naturales y humanas como un todo relacionado.
                
Pareciera que así fue en la antigüedad.
                
Sin embargo con el correr de los años en América, el racionalismo, el cientificismo y el dogmatismo religioso, impuesto por los colonizadores y su educación, nos llevaron a una visión fragmentada de las cosas.
                
Pero en la actualidad una concepción filosófica recorre como fantasma nuestro cosmos indoamericano.
                
Este conocimiento viejo que se está transformando en nuevo puede ser fundamental para el cambio educacional y social de nuestros días.
               
Sigamos avanzando en su investigación porque puede cambiar el derecho y la educación en el futuro.




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